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En un museo local de Nuevo México, el Zillmer descubrió por casualidad fotos en las que se observan huellas humanas al lado de otras de dinosaurio. La directora del museo le informó que estas evidencias se hallaron en tres lugares diferentes en las cercanías del punto tripartito entre Nuevo México, Oklahoma y Texas. Una serie de evidencias de este tipo reúne Zillmer en su obra Irrtümer der Erdgeschichte (~Errores de la geología). |

El martillo fosilizado de la era de los dinosaurios, al cual se hace referencia en Darwin se equivocó (der., foto más nueva, el Zillmer en Glen Rose en 2001), es objeto de acaloradas discusiones. Se trata de un martillo de apariencia relativamente moderna, que fue encontrado en 1934 incrustado en piedra caliza, y es llamado el "artefacto de Londres", a raíz de su hallazgo. Incluso después de abierta la roca, el mango petrificado (!) del martillo continuaba incrustado en la piedra. El acero del que está hecha la cabeza del martillo está compuesto en un 97 % por hierro puro, sin agregados de carbón. Hierro puro puede ser producido sin problemas, pero en este caso se trata de acero, como lo muestran las radiografías tomadas en las que se observa una estructura enriquecida por el temple. El hombre, hoy en día, no es técnicamente capaz de producir acero de tal pureza.
La foto de la izquierda presenta al Zillmer con una especie de vaso medidor de hierro, éste fue descubierto en el año 1912 cuando cayera al ser partido un trozo grande de carbón. El carbón provenía de la mina de Wilburton, Oklahoma y parece tener más de 300 millones de años. Exposición en el Creation Evidence Museum de Glen Rose. |

Los Dres. Carl Baugh y Hans-Joachim Zillmer junto al martillo "artefacto de Londres", al ser presentado por primera vez en Europa, en la exposición "Unsolved Mysteries". Foto der.: Michael Cremo, (autor de Forbidden Archeology) y Hans-Joachim Zillmer, luego de haber dado sus ponencias con motivo de la inauguración de la exposición "Unsolved Mysteries" en Viena. Cremo ha evidenciado hallazgos de reliquias humanas encontradas en capas geológicas de los últimos 600 millones de años, es decir, incluso de antes de que los dinosaurios existieran - según la tabla cronológica de la geología. |

Zillmer en Colorado, durante el descubrimiento de un Stegosaurus junto a un árbol petrificado que parece haber sido aplastado en forma ovalada y que está compuesto por minerales en su interior (foto der.). ¿Puede ser que un árbol haya sido aplastado de esta manera? Este enigma se trata en Irrtümer der Erdgeschichte (~Errores de la geología). |

Los Dres. Willibald Katzinger (en el medio), director del Museo Nórdico de Linz, Austria, y Hans-Joachim Zillmer visitando al profesor Gutiérrez Lega en Bogotá, Colombia. En su colección, Gutiérrez Lega posee una mano y un pie humanos recubiertos de lidita, como pudo determinarse científicamente en Viena. La piedra sedimentaria (lidita) pertenece a la Era Mesozoica, era de los dinosaurios, y fue hallada en Colombia a 2000 metros de altura, junto a otros restos fósiles pertenecientes a la misma época.
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Este Trilobite (izq.), extinguido hace más de 250 millones de años, y este cangrejo de Verona, Italia, fosilizado supuestamente hace 45 millones de años, los cuales forman parte de la colección de fósiles de Zillmer, deben haber sufrido un rápido proceso de conservación, dado que si no se hubieran descompuesto. Todo proceso de fosilización supone un rápido proceso anaeróbico de conservación, ya que de lo contrario el tejido biológico se degradaría. Según la versión oficial la fosilización tarda muchísimo tiempo. Esta idea surge dado que los fósiles se hallan en capas geológicas formadas durante muy largos períodos de tiempo. Zillmer, por su parte, sostiene, primero, que la fosilización es un proceso que ha de darse en forma rápida y, segundo, que dicho proceso naturalmente también solidifica los tejidos blandos que quedan incluídos. En conclusión, las capas geológicas endurecen tan velozmente como el cemento y no en forma lenta, durante largos períodos de tiempo (véase Irrtümer der Erdgeschichte).
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Esta pierna, fotografiada por Zillmer en 2002, se fosilizó en la década de 1960. El cuero de la bota, sin embargo, no. También es dudoso que una medusa (foto der.) pudiera fosilizarse, si este proceso se diera lentamente. Zillmer concluye que los procesos de fosilización transcurren en forma rápida (véase Irrtümer der Erdgeschichte).
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